¿Triunfará la visión de la Unión Europea de cara a la Cumbre de la ONU sobre los Sistemas Alimentarios?

Esta semana las negociaciones en trílogo sobre la PAC acapararán la actualidad agrícola europea, pero paralelamente también se están debatiendo otras cuestiones importantes. Entre ellas, cabe destacar que el Consejo Europeo ha dado a conocer hoy su posición sobre las prioridades de la Unión de cara a la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios. De acuerdo con dicha posición, los debates que tendrán lugar en Roma y Nueva York en los próximos meses deberían seguir la lógica europea de la estrategia «De la granja a la mesa». La gran pregunta es la siguiente: ¿decidirán otros países seguir nuestros pasos? Aunque esta cumbre aún no se ha celebrado, su organización ya ha dado pie a numerosos debates. A propuesta del secretario general de la ONU, António Guterres, la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios busca reunir en la mesa de negociaciones a todos los actores de la cadena alimentaria para proponer sistemas alimentarios más sanos, sostenibles e igualitarios en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Los debates para organizar esta cumbre llevan meses en marcha y, en muchos sentidos, van en consonancia con los debates actuales a nivel europeo sobre la estrategia «De la granja a la mesa». Por lo tanto, no es de extrañar que en el enfoque propuesto por el Consejo Europeo encontremos puntos fuertes y débiles similares. Al igual que ocurre en los debates europeos, el enfoque del «sistema alimentario» tiene como consecuencia que las voces de los agricultores se diluyan dentro de estos debates tan globales. Por consiguiente, tampoco es de extrañar que la palabra «agricultor» apenas se mencione en el documento . En este sentido, veríamos conveniente que se anunciara una consulta con todas las partes interesadas a nivel de la Unión Europea. Si debiera haberse hecho ya, es otra cuestión. El Copa y la Cogeca ven con buenos ojos varios elementos del texto, empezando por el lugar que se le otorga a la investigación y la innovación. También apoyamos el enfoque del Consejo en la lucha contra el desperdicio de alimentos, en la defensa de una bioeconomía circular, en la promoción de nuevos modelos de negocio y también en cuanto a la posición que concede a las agricultoras. Sin embargo, al igual que ocurre con la estrategia «De la granja a la mesa», la posición del Consejo en lo relativo a la Cumbre de la ONU pasa por alto algunos puntos importantes. El comunicado menciona repetidamente soluciones concretas, pero se proponen muy pocas opciones específicas desde la perspectiva de los agricultores. Teniendo en cuenta que a nivel europeo carecemos de una evaluación de impacto sobre las consecuencias reales de la estrategia « De la granja a la mesa», incluidas las implicaciones comerciales, ¿cómo podríamos evaluar una transposición a escala mundial, especialmente tomando en consideración la seguridad la seguridad alimentaria? El secretario general del Copa y la y la Cogeca, Pekka Pesonen, plantea lo siguiente: «El Consejo y la Unión Europea en su conjunto quieren asumir el liderazgo, pero cabe el riesgo de que la agricultura europea tenga que pagar un alto precio si los demás actores no siguen nuestros pasos. Más que la cumbre como tal, lo que más interesa a la comunidad agrícola europea es saber cuáles serán finalmente los mecanismos de seguimiento que Europa conseguirá poner en marcha para garantizar el cumplimiento del acuerdo que se alcance en Nueva York». En este sentido, consideramos que la propuesta del Consejo de contar con un capítulo específico dedicado a la sostenibilidad de los sistemas alimentarios en nuestros futuros acuerdos comerciales es un paso en la dirección correcta. Pero, ¿qué hay del acuerdo entre la UE y el Mercosur? Debemos recordar que este acuerdo agrandará las diferencias entre las normas que deben cumplir los agricultores de la UE y los operadores internacionales. En cuanto a la estrategia «De la granja a la mesa», el sector agrícola europeo está a la espera de soluciones concretas, medibles y aplicables, de ágil aprobación y capaces de generar entusiasmo en el terreno.