Fragilidad de la ganadería extensiva ante la nueva PAC

03/04/2013

La paulatina disminución de la ganadería extensiva conduce a la desaparición de ecosistemas de alto valor ecológico

Cooperativas Agro-alimentarias de España, junto con las organizaciones agrarias COAG y UPA, ha firmado un documento estableciendo una plataforma común para la defensa del sector de la ganadería extensiva en el marco de la reforma de la futura PAC 2014-2020, con el objetivo de sensibilizar a las instituciones comunitarias, estatal y autonómicas de la fragilidad de este sistema productivo y de que es necesario un gesto que asegure su preservación para las generaciones futuras.

España, junto a otros Estados miembros del sur de Europa, cuenta con unas peculiaridades de suelo y clima específicas de las áreas mediterráneas. Una parte importante del territorio está ocupado por superficies pastables con precipitaciones irregulares, en las cuales la ganadería extensiva es la única alternativa para aquellos ganaderos que carecen de superficies agrícolas, o éstas no son lo suficientemente dimensionadas como para asegurar el sostenimiento económico familiar en un medio tan específico.

La ganadería extensiva constituye un elemento sustancial en el mantenimiento del paisaje tradicional de estas áreas, dehesas, estepas, zonas áridas o semiáridas, de montaña..., aportando ecosistemas característicos de alto valor ecológico. Además, es importante señalar el papel medioambiental que este tipo de ganadería ejerce, el aprovechamiento de los recursos naturales (barbechos, rastrojos...), la fertilización de la tierra y la prevención de incendios, son ejemplos de ello.

La paulatina disminución de estas prácticas ganaderas está conduciendo de forma inexorable, a la desaparición de estos paisajes y ecosistemas, a la pérdida de los modos de vida y tradiciones y a una continua reducción de la población de estas zonas.

El resultado de la PAC vigente y las debilidades de la PAC futura
Las causas que, en gran medida, han provocado la reducción de los censos (ovino y vacuno, principalmente) y que crean grandes incertidumbres en el futuro, hay que buscarlas en el difícil encaje de una ganadería de estas características en un marco tendente a la justificación de derechos sobre superficies. La ganadería extensiva requiere grandes extensiones para su alimentación diaria, dada la aridez del medio: terrenos de propiedad privada, pastos comunales y superficies de rastrojeras propiedad de terceros agricultores.

En el marco actual que establece la PAC 2003-2013, fundamentalmente a través de las medidas específicas del segundo pilar, los ganaderos han venido declarando en sus solicitudes de ayuda, superficies de pastos comunales. Superficies que, en la práctica real de su sistema productivo de pastoreo dirigido diario, son complementadas por otras de rastrojos de cereales propiedad de agricultores terceros y que, en consecuencia, no pueden ser declaradas por los ganaderos. Esta situación, ha conducido a una dificultad intrínseca de acceso a las ayudas de la PAC actual y, aún accediendo a ellas, ha conllevado el soporte de costes cada vez más importantes por los alquileres de pastos públicos subastados anualmente.

En la futura reforma planteada para la PAC 2014-2020, la anterior situación se verá sin duda agravada, al establecerse el número de derechos a generar para cada explotación en un modelo regional, a través de las declaraciones de superficies a futuro en el año 2014. En este marco, estos ganaderos de economía muy frágil, se verán obligados a competir económicamente en las subastas públicas de pastos con otro tipo de agricultores sin ganadería que verán, en las superficies de pasto comunal, una oportunidad para aumentar la extensión de sus explotaciones y, por tanto, su número de derechos asignables en 2014.

Algunas propuestas
Por todo ello, se hace necesario sensibilizar a las instituciones comunitarias sobre esta casuística específica de la ganadería extensiva en el futuro marco regulatorio de la PAC, con el fin de asegurar la supervivencia del sector. En este sentido, Cooperativas Agro-alimentarias y las organizaciones firmantes, COAG y UPA, proponen las siguientes medidas:
1. Con respecto al pago básico, debería ser obligatorio que el receptor de la ayuda a superficie, que se corresponda mayoritariamente con pastos, tenga asociado a dicha superficie el número mínimo de animales por hectárea de pastos que establezca el Estado Miembro.
2. La Ganadería extensiva debería considerarse, como “verde por definición”, dentro de un eventual componente verde de los nuevos Pagos Directos, tanto para los ganaderos con pastos propios o arrendados como para aquellos perceptores que, a través de algún tipo de vinculación contractual, cedan para dicha práctica las superficies de su propiedad declaradas en su solicitud de ayuda. 
3. Garantizar un porcentaje adecuado para el pago acoplado voluntario, que permita desarrollar programas a nivel nacional. La ganadería extensiva debería considerarse prioritaria en la percepción de estos pagos asociados dentro del futuro artículo 39 del pago único. 
4. Pago para zonas con limitaciones naturales: asumir este tipo de pago en nuestro país con el objeto de compensar a la ganadería extensiva ubicada en zonas Red Natura (27% de nuestro territorio), a las zonas de montaña y a otras zonas con protección ambiental o limitaciones naturales. 
5. Desarrollo Rural: Establecimiento de una medida con carácter obligatorio en todo el Estado, destinada a la ganadería extensiva por su contribución a la gestión sostenible del territorio, la conservación de sus recursos naturales y la prevención de incendios forestales, de modo que se reconozcan los beneficios que estas prácticas ganaderas aportan al medioambiente. 
6. La definición de las actuaciones deben tener en cuenta las específicas condiciones socio-productivas de los territorios insulares.

Documentos

Documento completo defensa ganadería extensiva
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