La FAO apuesta por las cooperativas agrícolas para frenar el hambre

17/10/2012

Una de cada ocho personas pasa hambre en el mundo, es decir, casi 870 millones de personas, y desde 2007 se ha perdido velocidad e impulso en la lucha contra la desnutrición y la falta de alimentos. Son las conclusiones que se desprenden del último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Pero además, el documento ha resaltado la necesidad de potenciar el crecimiento agrícola ya que, sostiene, posee un enorme potencial para reducir el hambre y la malnutrición, especialmente si se incluyen a los pequeños agricultores. Quizás por eso este año la FAO ha dedicido dedicar el 2012  a una modalidad que ya está dando frutos: las cooperativas agrícolas.

Bajo el lema “las cooperativas agrícolas alimentan al mundo”, la FAO ha decidido este año aumentar la asistencia técnica a los agricultores asociados y a las cooperativas. No en vano, los algunos resultados son esperanzadores.

“Las cooperativas han tenido un papel muy importante a nivel de la Historia y en estos momentos se considera que es una de las mejores formas para combatir el hambre mundial”, comenta a RNE el especialista en sistemas pos-cosecha de la FAO, Jorge Fonseca. “Un porcentaje muy alto de la producción mundial de alimentos se da a través de cooperativas y sociedades similares” añade.

En Brasil, por ejemplo, en 2009 las cooperativas fueron responsables del 37, 2 % de la producción agrícola y del 5,4% del PIB total y en Kenya, las cooperativas de crédito y ahorros poseen activos que suponen un 31% del todo el ahorro nacional.

Oportunidades para los pequeños campesinos

Según la FAO, el potencial de las cooperativas para mejorar la economía son inmensas. En 2008, las 300 cooperativas más grandes del mundo, que contaban con más de 800 millones de socios, dieron empleo a 100 millones de personas en el mundo, un 10% más de empleos que las que generaron las grandes multinacionales.

Para Fonseca, uno de los mayores problemas que ayudan a atajar estos sistemas es la gran pérdida de productos. “En países en desarrollo, las pérdidas se dan, sobre todo, por falta de infraestructuras, de facilidad en el manejo de los productos, sobre todo a nivel de campo y transporte”, apunta a RNE.

Según la FAO, las cooperativas permiten a los pequeños agricultores mejorar estas deficiencias, además de obtener con ellas oportunidades de mercado y una mejor formación en los recursos naturales. En muchos casos, especialmente en materia agrícola, la organización aporta semillas de calidad y fertilizantes.

Las cooperativas en las que participan se basan en los siete principios (Asociación voluntaria, control democrático para los asociados, participación económica, autonomía, educación y capacitación, cooperación entre cooperativas y preocupación por la comunidad).

Una de las primeras iniciativas fue el programa piloto de “Compras en aras del progreso”, en el que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) trabaja con organizaciones de pequeños campesinos de 21 países del mundo para ayudarles a producir excedentes y conseguir acceso a los mercados.

La Cooperativa de San Marcos en Costa Rica

Uno de ellos es el programa Desarrollo Rural Coatán y Alto Suchiate en departamento de San Marcos, en Costa Rica. “La FAO brinda asistencia técnica para tener buenas prácticas, mejorar la producción de granos básicos, diversificar las dietas alimentarias y el uso correcto de productos químicos para evitar plagas”, comenta Norma Pérez, responsable del proyecto, al periódico costarricense Prensa Libre.

Gracias al apoyo ofrecido por la organización, comenta Juan Pablo Romero, gerente de la Cooperativa Integral Agrícola unión Y Progreso, taCANÁ RL, en San Marcos, una de las cooperativas beneficiadas del proyecto que cuenta con 345 agricultores de tomate, papa y arveja china, han conseguido incrementar la producción.

“Lo que se busca es el beneficio de todos los asociados”, comenta Alejandro Perea, Coordinador de la Confederación de Cooperativas (Confecoop). “ Tenemos casos de éxito como la cooperativas de San Marcos que produce concentrados, comercializa pollos y huevos, a la vez que el estiércol lo usa como fertilizante”, añade.

Un arma para luchar contra el hambre, que la FAO recuerda en el Día Mundial de la Alimentación, fecha instaurada por la Asamblea General de la ONU en 1980 para expresar la solidaridad con aquellos que sufren malnutrición y para conmemorar la fundación de la FAO el 16 de octubre de 1945.

 

Fuente: Rtve

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